A continuación presentamos el inicio de la famosa obra de Molière “El Avaro” Esperemos que los deje deseando leerla completa.
VALERIO:
¿Te sientes triste, encantadora Elisa, después de las amables promesas de amor que me has hecho? En medio de mi alegría, ¡ay!, te veo suspirar. Dime, ¿es que te pesa haberme hecho dichoso, es que te arrepientes de esta promesa de matrimonio a la que mi pasión no te ha obligado?
ELISA:
No, Valerio, no me arrepiento de nada de lo que hago por ti. Me siento movida por un poder tan grato, que ni siquiera tengo fuerzas para desear que las cosas no hayan sido así. A decir verdad, me inquieta el triunfo, y mucho me temo que te amo más de lo que debiera.
VALERIO:
¿Qué puedes temer de las bondades que has tenido para mí?
ELISA:
¡Ay!, mil cosas a la vez. La cólera de mi padre, los reproches de la familia, las censuras del mundo y, más que todo, Valerio, la mudanza de tu corazón, y esa frialdad cruel con que los hombres pagan la mayoría de las veces las manifestaciones demasiado ardientes de un amor puro.
VALERIO:
No seas injusta conmigo. No me juzgues por los demás. Sospecha todo de mí, menos que no te corresponderé como se debe. Te amo demasiado y mi amor por ti durará mientras me quede un soplo de vida, la cual te pertenece.
ELISA:
¡Ah, Valerio, todos dicen lo mismo! Todos los hombres se parecen por las palabras; pero son sus acciones las que descubren quiénes son diferentes.